viernes, 8 de agosto de 2014

ADEMAF



Quiénes Somos
La Agencia para el Desarrollo de las Macroregiones y Zonas Fronterizas - ADEMAF es la expresión operativa de la política de dominio territorial y este se ejerce teniendo entidades estatales fuertes en las fronteras, los municipios son las entidades estatales naturales.

Si uno quiere entender conceptualmente el término Estado, este es la manifestación consistente en el dominio sobre determinado espacio. Si el Estado boliviano no ejerce dominio sobre su territorio estamos hablando de territorio sin Estado, que es una de las grandes amenazas que se yerguen sobre este proceso de construcción estatal. Los gobiernos autónomos territoriales deberían forjar una idea pro activa y participativa, entendiendo que tendrán en la Agencia, una herramienta de trabajo que contribuirá al desarrollo de las Macroregiones, en vez de resistir tozudamente con una lectura señorial de la autonomía, cuando debería ser democrática.

Su mandato (ADEMAF) es contribuir al desarrollo de las regiones más olvidadas, generar equilibrio interregional, preservar la soberanía sobre los recursos naturales y articular las distintas iniciativas y acciones gubernamentales. Su agenda es compleja y requerirá tiempo y coordinación con gobiernos autónomos territoriales, Fuerzas Armadas, Entidades gubernamentales y organizaciones sociales. Entonces es una entidad que articula múltiples esfuerzos, transmitirá de forma sistematizada las necesidades y demandas de las Macroregiones y Zonas Fronterizas al Órgano Ejecutivo y las entidades ejecutoras.

La ADEMAF es la herramienta que permite ejercer dominio territorial, tendrá que tener la capacidad de construir condiciones para responder a las mutaciones de las economías informales que golpean duro en las fronteras y que debilitan el ejercicio de la soberanía territorial y que perforan la seguridad interna del Estado. Tenemos que leer el territorio, el espacio, la biodiversidad y la frontera con una mirada distinta a la del Estado colonial, que ha depositado una cultura mental y señorial en las élites de poder que creían que el Estado terminaba donde terminaba su hacienda, cuando resulta que el Estado no es el latifundio1.

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